jueves, 28 de julio de 2011

Los riesgos de negociar con “la cara dura”-


Venta ilegal de Botox

La Toxina Botulínica Tipo A es 40 veces más poderosa que el cianuro y la Cosmetóloga y Esteticista Magalí Aguilera la comercializa libremente por medio de Internet, pese a que la legislación vigente establece que el medicamento debe ser vendido sólo a profesionales, bajo receta archivada y en farmacias.

-Sí, son 2.220 pesos. Los depositás, nosotros te mandamos el ‘Botox’ y listo -Así cierra el trato la voz de Magalí Aguilera del otro lado del teléfono.
La vendedora es Cosmetóloga y Esteticista Profesional y a través de las redes sociales comercializa una amplia gama de medicamentos para la mejora de la estética corporal, pese a que la Ley Nacional 16.463 lo prohíbe estrictamente. Entre ellos, la Toxina Botulínica Tipo A, marca ‘Botox’, que produce el Laboratorio Allergan en Irlanda. El mal uso de ese medicamento conlleva importantes riesgos para la salud de quienes se lo inyectan pudiendo causar, incluso, la muerte.
-Entonces me escribís un mail cuando hayas depositado y al otro día te lo enviamos.
Aguilera conoce el mecanismo al dedillo.
-¿Vendés siempre?
-Sí, siempre, siempre.
-¿Y lo mandás hasta La Plata?
-Sí, por eso son 2.220 pesos. Son 20 más por el envío. Siempre vendemos a todo el país: a Córdoba, a Mendoza, a Santa Fé, a todos lados del interior del país.
No le tiembla la voz ni se impacienta, vende ‘Botox’ como si fueran caramelos.
-El producto que vas a comprar, lo compran solamente los médicos. ¿Quién te lo va a colocar?
-Estoy viendo, todavía no sé…
-Si querés, yo conozco un doctor que viene acá a mi casa y te inyecta. Hubo algunos que vinieron y él se los colocó acá mismo. La colocación cuesta 500 pesos.
Aguilera continua inmutable. Su voz serena y alegre explica todo con detalles.
La Ley Nacional 16.463 prohíbe la comercialización de la Toxina Botulínica fuera de las farmacias y la Ley Nacional 17.565 establece que debe ser vendido sólo a profesionales de la salud y bajo receta archivada. Lo que significa, precisamente, que “la receta debe estar a disposición para cualquier inspección de la farmacia", explicó la farmacéutica Silvana Fratoni.
Bajo estas condiciones, la circulación del producto cuenta con el aval de la Resolución 5028/10 de la Asociación Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (A.N.M.A.T.), de lo contrario su venta es un delito penado por el Código Penal Argentino, cuyo artículo 208 establece entre 15 días y un año de prisión por la infracción cometida.
La conversación continúa con fluidez. Aguilera asegura que el producto es inofensivo y remarca que se le avise en cuanto esté hecho el depósito:
-Así, cuando yo veo que vos depositaste, te lo mandamos a La Plata y listo.
Comprar ‘Botox’ se vuelve, entonces, una simple transacción. Primero se contacta a Magalí Aguilera por medio de su correo electrónico. Unos mails van, otros vuelven. Ella envía el número de una cuenta corriente del Banco de la Nación Argentina, a nombre de su esposo Abraham Giadalah Chahuan, se deposita el dinero acordado y uno se sienta a esperar.
Entretanto, en la Capital Federal, Aguilera y su esposo reciben aviso del depósito, hacen los arreglos correspondientes con Farmacia Once, cierran el trato y compran el medicamento. Aguilera regresa a su casa en Parque Chacabuco, mientras su esposo va hacia constitución a abordar el tren que lo llevará hasta La Plata, antes que el trozo de hielo seco que mantiene frío al producto desaparezca por completo.
En cuanto a la compra que efectuó la pareja, el grupo investigador, junto a la farmacéutica Inés Bignone, docente de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) y miembro del Área de Farmacovigilancia de la Asociación Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (A.N.M.A.T.), corroboró a que Farmacia Once es el proveedor directo del producto que comercializa Aguilera sin exigir la receta correspondiente: “Me presenté en Farmacia Once y solicité la receta del medicamento ‘Botox’ y comprobé que no tenían factura alguna”. De esa forma se viola la Ley Nacional 17.565 y su Decreto Reglamentario Nº 7.123/68, que en su artículo 9 establece que medicamentos como el ‘Botox’ deben ser distribuidos bajo receta archivada. Ello significa, de acuerdo con el Decreto, “que la receta deberá ser transcripta en libro recetario, numerada, sellada y firmada por el director técnico de la farmacia y ordenadamente archivada”. A su vez, la farmacéutica Silvana Fratoni añadió que “la receta debe estar a disposición para cualquier inspección de la farmacia".
El esposo de Aguilera ya abordó su tren y se dirige hacia La Plata. Siempre entrega el producto en mano cuando la distancia lo permite; cuando el trayecto es mayor, el Correo Argentino se encarga de ello. Giadalah Chahuan trae consigo una toxina 40 veces más poderosa que el cianuro, pero al igual que Aguilera permanece impasible.
El esposo de Magaly pasa desapercibido entre el tumulto de gente que ocupa su vagón. Ningún pasajero sabe que viaja con un hombre que distribuye ‘Botox’, tal y como si fuera otro vendedor de alfajores que recorre furgón por furgón al grito de “tres por cinco pesos”. El maquinista toca la bocina por última vez, el tren disminuye la velocidad lentamente, la enorme estación de La Plata se hace más y más grande; finalmente, el tren se detiene. Pocos minutos después se encuentra frente al departamento para realizar la entrega, toca timbre y aguarda:
-¿Hola?
-Sí, vengo de parte de Magalí Aguilera.
Un momento después Giadalah Chahuan saca la bolsa que contiene el producto de un bolso negro que lleva consigo.
¬-Mantenelo frío en la heladera, pero no lo pongas en el freezer.
El hombre sabe que el ‘Botox’ debe conservar la cadena de frío.

Al tener el medicamento en mano quedaba corroborar si el mismo era de un lote original o no. Por eso el grupo investigador se contactó con Graciela Mosteirin, Gerente de Garantía de Calidad y Registro Legal del Laboratorio Allergan Productos Farmacéuticos S.A., que certificó que la empresa establece que el producto ha de ser conservado a una temperatura que oscile entre 2 y 8 grados centígrados. Del mismo modo, Mosteirin reconoció la originalidad del producto y sostuvo: “Nuestra empresa ha importado el lote C2774 C3 de nuestro producto ‘Botox’, con vencimiento octubre de 2013”. Además aseguró que la importación se realizó en marzo de 2011 y “se liberó al mercado en mayo de este año”.
Giadalah Chahuan saluda y se marcha por donde llegó. Acomoda sus cosas y camina con tranquilidad, como si fuera un delivery de pizza. Ya cumplió con su cometido, ahora debe abordar otro tren y regresar a la Capital Federal.
Aguilera y su esposo han repetido la operación muchas veces. En algunas ocasiones el producto es el ‘Botox’, en otras tantas fue Meta-Crill, en otras Ácido Hialurónico, entre otros productos de la larga lista de ofertas que Aguilera distribuye por mail como si fuera un detallado menú. Siempre se muestran tranquilos, con gran naturalidad explican cómo comprar el producto, cómo utilizarlo, dónde lo consiguen y hasta cómo otras muchas veces repitieron la operación:
-Hace como cuatro años que trabajo con esto. Acá en Argentina me dedico a la venta, a venderle a profesionales y a algunos particulares.
La vendedora no quiere dejar dudas y en cada mail envía una larga lista de contactos que aseguran haber comprado el producto y haberlo recibido en perfectas condiciones. Sin embargo, la naturalidad de la venta no elimina el delito y Aguilera conoce su infracción:
-El producto lo compran solamente los médicos.
Paradójicamente lo que la voz del otro lado del teléfono repite una y otra vez es cierto: el ‘Botox’ sólo puede ser comprado por especialistas. El doctor en Medicina de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y Jefe de la Unidad de Cirugía Plástica y Reparadora del Hospital General de Agudos Dr. Ricardo Gutiérrez de La Plata, Pablo Maldonado, explicó a este medio que el producto “no se lo venden a una persona que no sea médico, tiene que ser cirujano plástico”. Y concluyó: “Para que nos den el producto tenemos que estar inscriptos en el controlador de la A.N.M.A.T., que controla los medicamentos; tenemos que demostrar que somos especialistas y ahí sí, los laboratorios nos pueden vender los productos; no lo puede comprar cualquier persona”.
Por su parte, Mosteirin, gerente de Garantía de Calidad y Registro Legal del Laboratorio Allergan Productos Farmacéuticos S.A., también aseguró que desconocía cómo había llegado el producto a manos de Aguilera, pero subrayó la ilegalidad de su proceder y destacó que el Laboratorio Allergan iniciaría las acciones legales correspondientes.
Ante la irregularidad que comete, elige hacer caso omiso. Pero el ‘Botox’ no es un medicamento más: una inadecuada aplicación puede provocar la parálisis de algunos de los músculos afectados e, incluso, la muerte.

El Botox

La Toxina Botulínica es un veneno natural 40 veces más letal que el cianuro. El farmacéutico y director del Centro de Información de Medicamentos Farmacéuticos (CIMF), del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Domosbian, enfatizó que “esta toxina es el veneno más fuerte del mundo”. Es la causante del Botulismo, una enfermedad que inhibe la capacidad de los músculos de contraerse. La toxina actúa sobre los neurotransmisores que permiten la realización de los movimientos de relajación y contracción de los músculos, por lo que puede causar la muerte por asfixia.
Por su parte, el doctor Maldonado advirtió que la toxina “está atenuada, porque si colocamos mucha dosis se contrae la enfermedad”. Y agregó que “el problema de que lo coloque gente inexperta es que lo haga en un músculo indeseado y, por ejemplo, se puede bloquear el músculo elevador del párpado, y se provoca una caída del párpado por seis meses”.
Existen dos tipos de uso para el Botox: el primero es meramente medicinal y se utiliza para el tratamiento de numerosas enfermedades neurológicas relacionadas al movimiento involuntario de los músculos, tales como la Distonía, el Estrabismo y el Síndrome de Tourette; el segundo es estético, puesto que la toxina se aplica en ciertas regiones del rostro para suavizar las arrugas, ayudando al paciente a obtener una buena imagen facial.
Asimismo, la autoridad sanitaria y de control farmacológico de los Estados Unidos (FDA, según sus siglas en inglés) se manifestó a través de un comunicado emitido por el director de la División de Productos de Neurología, Russell Katz, advirtiendo de las consecuencias de una mala utilización del Botox, este mensaje fue emitido en el año 2008. “Parece que el ingrediente activo del Botox se puede propagar desde partes distantes del cuerpo hasta los músculos que afectan la respiración, en lugar de ser sólo un evento local como se creía anteriormente”, asumía Katz entonces.

El proceso de la venta

El procedimiento para adquirir el producto es sencillo: Primero se contacta a Aguilera por medio de su correo electrónico; el segundo paso consiste en depositar 2.220 pesos en una cuenta en Banco Nación a nombre de su marido; y, el tercero, es esperar al repartidor.
Magalí Aguilera se promociona a través de Internet como “Cosmetóloga, Esteticista y distribuidora de productos para mesoterapia y medicina estética general”, entre los que se destaca un gran número de inyectables y medicamentos como el Botox, el Meta-Crill y el Ácido Hialurónico. Por ello, contactar a Aguilera es simple: primero por medio de su mail personal y luego a través de su teléfono. Luego, la contestación es rápida, amable y explicativa, Aguilera asegura: “Yo tengo más de 20 años de experiencia, estuve instalada 15 años con Centros de Estéticas, cadena de modelos y agencias de eventos, ahora me dedico a la venta, a venderle a profesionales y a algunos particulares”. Y además cuenta que “es Farmacia Once el que me trae estos productos, a ellos yo les compro Botox, que es del Laboratorio Allergan, y eso no se lo doy a nadie, pero vos tenías dudas”.
Luego, Aguilera sugiere: “Avisame cuando deposites, después me mandas el número de la transferencia bancaria y, al otro día, te lo envío”. Entonces sólo basta depositar el dinero en una cuenta bancaria en el Banco de la Nación Argentina, cuyo titular es el esposo de la Esteticista, Abraham Giadalah Chahuan.
Finalmente sólo resta esperar uno o dos días. En caso de vivir lejos de la Capital Federal la entrega se produce por medio del correo tradicional, de lo contrario es el mismo Giadalah Chahuan quien toca a la puerta y, con una gran sonrisa, entrega el medicamento envuelto en una bolsa de Farmacia Once y da las últimas especificaciones para conservar la cadena de frío del producto.

Sanciones

Haciendo una revisión del Código Penal de la Nación, este equipo logró encontrar cuales deben ser las sanciones correspondientes a fin de hacer cumplir la ley. El artículo 208 del código penal sería aplicable a la cosmetóloga y esteticista Magali Aguilera, el mismo contempla que:

“Será reprimido con prisión de quince días a un año:

1º El que sin título ni autorización para el ejercicio de un arte de curar o excediendo los límites de su autorización, anunciare, prescribiere, administrare, o aplicare habitualmente medicamentos destinado al tratamiento de las personas aun a titulo gratuito”.

La blonda esteticista no solo se anuncia sin autorización, sino que además administra el producto y lo aplica habitualmente En una conversación telefónica, la mujer expresó: “Me dedico a la venta, a venderle a profesionales y a algunos particulares”. Al ser consultada sobre una posible aplicación, dejo en claro que era posible inyectar el producto en su domicilio con una certera frase: “Vos decidí si queres ponértelo acá mismo”. Es necesario aclarar que la carrera terciaria de esteticista y cosmetóloga, no se encuentra colegiada y según fuentes consultadas, no tiene injerencia alguna en la venta y aplicación de un producto tan delicado como es el botox.

Por otra parte, farmacia Once es otro de los actores involucrados en el proceso de venta ya que según fuentes consultadas, esta entidad le facilitaba el acceso al botox a Aguilera sin receta previa, no es casual que el producto llegue en una bolsa sellada con el slogan original de la farmacia.

Por este motivo la sanción que le corresponde es la que se estipula en las leyes nacionales 17.565 y 16.463 según las cuales, las farmacias que vendan productos sin recetas deben ser sancionadas con multas de $ 500 a $ 10.000, y puede llevar a que se cierre el local en cuestión. El organismo encargado de establecer estas multas, es el Ministerio de Salud de la Nación realizando previamente una auditoría en el lugar, con una denuncia de por medio.

Los implicados

Magalí Aguilera: Es Cosmetóloga y Esteticista. Vive en la Capital Federal, en una casa de Parque Chacabuco. Es la esposa de Abraham Giadalah Chahuan. Publicita sus productos en numerosos sitios de internet, tiene su propio blog y su propia página en Facebook para ello. Es chilena, pero desde hace cuatro años se dedica a vender medicamentos para la estética corporal tanto a profesionales como a particulares, pese a que ello está expresamente prohibido.
Abraham Giadalah Chahuan: Es esposo de Aguilera y el distribuidor de los productos. Además es el titular de la cuenta bancaria en la que se realizan los depósitos de dinero para cerrar cada transacción con su esposa.
Farmacia Once: Provee los productos que Aguilera comercializa, entre ellos el ‘Botox’. Sin embargo no exige receta alguna, tal y como lo establece la legislación vigente. Tiene dos sucursales en la Capital Federal y si se insiste un poco, uno mismo puede comprar su frasquito de ‘Botox’ por la módica suma de 2435 pesos.
Camilo Valenzuela: Aguilera asegura que es Cirujano Plástico, a pesar de que no se encuentra registrado como tal en la República Argentina. Es el profesional que la Esteticista recomienda y el que se echa al bolsillo 500 o 600 pesos dependiendo si la aplicación del ‘Botox’ se lleva a cabo en la mismísima casa de la Cosmetóloga o en la Clínica del afamado Doctor Aníbal Lotocki, respectivamente.

Documentación:

-Decreto 9763/64

Decreto 9763 64 Pen

Botox- Prospecto:

Botox - Prospecto

Ley Nacional 16.463

LEY-NACIONAL-16463

"Venta solo bajo receta"

Bajo receta

Ley de actividad Farmaceutica

Ley de Actividad Farmacéutica

Mails: Colegio de farmacéuticos-

Comprobacion